FILOSOFÍA

Calidad y proximidad

Les Vinyes del Convent se marca como objetivo la investigación continúa de la máxima calidad y el homenaje al origen y a sus tradiciones. Los viñedos crecen en parajes singulares, con una marcada huella del territorio y una apuesta decidida por la garnacha, la variedad emblema de la comarca. Combinando tradición, know-how, pero también innovación, la bodega ha sido dotada con la tecnología más puntera para que todo sume a la hora de obtener los mejores vinos.

Kilómetro 0 es otro factor clave del proyecto. Los vinos son fruto de la viticultura de proximidad: dentro de cada botella se encuentra la expresión del paisaje imponente de Horta de Sant Joan y Els Ports.

Homenaje

Les Vinyes del Convent es un proyecto que nace para rendir homenaje a una familia dedicada durante dos siglos al mundo del vino.

Elías Gil Bel es hijo, nieto y bisnieto de viticultores arraigados a Horta de Sant Joan y a sus viñedos. Dedicados durante las últimas décadas principalmente a la venta de vino, la familia Gil pone en marcha este nuevo proyecto personal que sirve para honrar el apellido de los suyos y su cariño por la viña y por su pueblo. Un proyecto cargado de ilusión y con una apuesta rotunda por la calidad.

Origen

Les Vinyes del Convent es también un regreso a los orígenes. Horta de Sant Joan es la cuna de la familia Gil. Donde surgió todo y escenario de vida. Después de décadas de experiencia, y con una gran pasión por la enología, Elías Gil levanta en Horta su proyecto más personal en homenaje a sus antepasados ​​y al amor compartido por el mundo del vino.

HISTÓRIA

Generaciones con historia

“La bodega se ha construido con gran ilusión y en homenaje a una familia apasionada por el trabajo bien hecho, centrada en la tierra y en las cepas, en su fe, en su esfuerzo y tenacidad. Un homenaje a una manera de entender la vida, a una forma de hacer, de cumplir siempre, de amar y sufrir Horta, de implicar y enamorar a cada nueva generación llamada a continuar. Estima por los antepasados ​​que, a pesar de no haberlos conocido, conocemos bien, sabemos de ellos y admiramos su huella.”

Primeras generaciones

La familia de Elías Gil tiene una gran vinculación al mundo del vino desde hace muchas generaciones.

El bisabuelo de Elías, Ramón Gil, fue el primero en introducirse (y enamorarse) en el mundo del vino ya en 1769. Ramón construyó la primera bodega de la familia y empezó a cultivar la viña y vender vino, haciendo de este negocio su modus vivendi y su auténtica pasión.

Cuarta generación

Ramón y su mujer Manuela trabajaron muy duro para comprar las tierras y la casa donde nacieron todas las generaciones venideras, cambiando así, no solo el rumbo de su vida, sino también el rumbo de toda su descendencia. Ramón rompió con muchos moldes y convenciones: a partir de ese momento, el heredero dejaría para siempre de ser el hijo mayor para dejarlo todo en manos de los más pequeños de la familia. Así, Ramón dejó la bodega a su hijo Antonio, que continuó con los trabajos de vinificación, incrementando el negocio familiar mediante la compra de uva en sus proximidades.

Quinta generación

La quinta generación, encabezada por Rodrigo Gil, padre de Elías, se dedicó a fondo a la elaboración y también a la comercialización del vino. Rodrigo heredó el talante innovador y valiente de sus antepasados: fue pionero en la instalación de maquinaria moderna para elaborar el vino. Rodrigo Gil hizo crecer a la empresa, haciéndola fuerte en la venta de vinos a granel gracias a sus acuerdos con los actores del mundo del vino más importantes en cada momento. Desgraciadamente, Rodrigo murió joven, y Elías, el hijo pequeño, se quedó al frente, junto a su hermano mayor, XX.

Sexta generación

A Elías siempre le había cautivado la elaboración de vinos, y aprovechaba su relación con grandes profesionales para un aprendizaje continuo. Así, un tiempo después de haber llevado la empresa familiar con su hermano, decidió montar su propia bodega en Gandesa. En 1992 nació La Vinícola de Gandesa, una bodega con todas las instalaciones necesarias para hacer vinos de corte moderno. Se materializaba de ese modo su deseo de hacer un amplio abanico de vinos, buen conocedor de las tendencias y también de las diferentes elaboraciones. De esta forma, Elías empezaba a trabajar con los principales agentes del mundo del vino.

Más de 25 años después, y con La Vinícola de Gandesa convertida en una gran empresa vitivinícola, Elías cumplió el mayor sueño de su vida profesional: inaugurar una bodega de autor en su querido pueblo. Les Vinyes del Convent nació en 2017 para rendir homenaje a toda su familia que, después de haberse consolidado como uno de los principales actores del sector del vino en Cataluña, merecía dar vida a un proyecto con sello propio que honrara el apellido Gil, Horta de Sant Joan y todo lo que representa y ha representado en la vida de esta familia.